El cuidado en pacientes con discapacidad

La discapacidad física - motora afecta a personas de cualquier edad que presentan alguna patología neurológica, traumática o cardiopulmonar que los obliga a permanecer en silla de ruedas o en cama, de forma temporal o permanentemente, situación que requiere cuidados especiales.

La discapacidad física - motora afecta a personas de cualquier edad que presentan alguna patología neurológica, traumática o cardiopulmonar que los obliga a permanecer en silla de ruedas o en cama, de forma temporal o permanentemente, situación que requiere cuidados especiales.


Antes de planear el cuidado:

El primer paso para planear el cuidado de los pacientes con discapacidad física o motora es establecer el grado de limitación para la ejecución de las actividades de la vida diaria (AVD), entre las que se incluyen baño, vestido, calzado, alimentación, locomoción y control de esfínteres, que puede variar entre la ausencia de limitación y la imposibilidad de realizarlas.

En segundo lugar, es importante recordar que el cuidado puede tener consecuencias físicas y emocionales negativas que dan lugar a sentimientos o emociones que repercuten de diferentes maneras en la persona cuidadora, por lo que se debe tener en cuenta la importancia del autocuidado físico, psicológico y social para evitar la aparición de un “segundo paciente”.

En tercer lugar, de acuerdo con la condición del paciente y con el contexto del cuidado, se deben considerar, los siguientes aspectos generales del cuidado:


  • Arreglo de la unidad o habitación: Limpieza del entorno, revisión y ubicación de protectores de colchón, cambio y tendido adecuado de la cama, medidas que evitan accidentes y aparición de lesiones de la piel por contacto.

  • Higiene corporal: Incluyendo el baño, la aplicación de cremas hidratantes, el cambio de pañales o protectores en los casos en incontinencia urinaria o fecal, el corte de las uñas y la higiene oral, entre otras.

  • Vestido y calzado: De acuerdo con la condición del paciente, con las posibilidades de movilización y con el grado de discapacidad, apoyo en proceso de vestido y calzado, usando ropa de algodón y zapatos cómodos.
  • Apoyo en los procesos de alimentación y en los procesos de eliminación de orina y materia fecal y/o cambio de pañales o protectores en casos de incontinencia.

  • Revisión, ajuste o cambio de sondas, catéteres y otros dispositivos médicos de soporte, para garantizar su funcionamiento normal y prevenir complicaciones.

  • Cambios frecuentes de posición e identificación y prevención del contacto con superficies u objetos que puedan generar la aparición de úlceras en la piel.

  • Elaboración de un inventario de medicamentos que incluya horarios, dosis y vía de administración, así como un control de la realización de dicha actividad.




Referencias: